Para hacerlo el libro se plantea a modo de fichas. Cada ficha explica las características del queso, detalles sobre el productor/a y un pequeño maridaje. La forma de hacerlo gráficamente es simulando en la parte superior de la ficha la etiqueta de queso de fabricación tradicional, escrito a mano. A su vez está divido por 5 grupos, cada grupo cuenta con una doble portadilla.

La estratégia comunicativa es resaltar los valores de la proximidad a través de un lenguaje rústico y vintage. Efectos conseguidos con la caligrafía de la portada, los recursos de las fichas, la localización en forma de sellos espontáneos, los elementos de miscelánea retro y unas fotos pensadas para transmitir estas sensaciones, de Ferran Castrillo, Ed. Cossetànea, 144 p.